Blue Lock vs. Japón Sub-20: ¿La gran decepción de la temporada?

En el episodio 6 de la segunda temporada de Blue Lock, el duelo entre la oncena del proyecto y el equipo sub-20 de Japón debía ser un momento culminante. Sin embargo, lo que prometía ser un enfrentamiento épico terminó siendo una gran decepción, tanto para los fans como para la serie misma.

Una introducción sin hype al encuentro decisivo

Desde sus primeros episodios, la segunda temporada de Blue Lock ha estado marcada por fallas de producción, y este partido tan esperado no fue la excepción. Aunque el equipo comandado por Rin Itoshi se esforzó por consolidarse, no se logró captar el interés de la audiencia, especialmente con los personajes que no destacaron en la primera temporada.

Las rivalidades, cruciales para intensificar el drama en un shōnen deportivo, apenas se desarrollaron, dejando al público sin una conexión emocional hacia los personajes. Aunque el episodio intenta centrarse en Yoichi Isagi y Rin Itoshi, el conflicto de ambos carece de profundidad.

Isagi perdió el ímpetu que lo definió en la primera temporada, y su motivación se siente ausente. Rin, por su parte, promete más, pero ha tenido poco tiempo en pantalla, dejando a los espectadores sin una verdadera confrontación con su hermano Sae, estrella del equipo rival.

La animación de Blue Lock y el ritmo son obstáculos para la emoción

Uno de los elementos más comentados y criticados de esta segunda temporada es la calidad de su animación, que mostró inconsistencias desde el inicio.

La expectativa era que la producción reservara sus recursos para este partido tan esperado, pero lo que se observó fue una serie de escenas estáticas y CGI que restan intensidad a los momentos clave.

La primera interacción entre Isagi, Rin y Bachira frente al capitán Oliver Aiku, en lugar de ser épica, resultó visualmente pobre.

La secuencia abunda en planos sin movimiento y escenarios escasos en detalles, quitando impacto al duelo y generando una atmósfera fría y desconectada. Además, la falta de ritmo adecuado se suma al problema: después de posponer el inicio del partido durante todo el episodio, el enfrentamiento comienza en los últimos minutos sin dar espacio para una jugada destacada o un gol que entusiasme.

Bachira, con su entusiasmo desenfrenado y su personalidad única, es lo poco que logró sostener este inicio decepcionante. Sin embargo, su presencia, aunque carismática, no es suficiente para revivir el episodio ni para generar el nivel de expectación necesario para el partido entre Blue Lock y Japón Sub-20.

Si bien aún existe la posibilidad de que la temporada mejore, las fallas de animación y ritmo minaron la intensidad que los fans esperaban en uno de los enfrentamientos más importantes del manga. Para una serie centrada en el “ego” y el individualismo de sus jugadores, el descuido en la producción amenaza con convertir este momento cumbre en un recuerdo sin brillo.