La conversión de héroe a antihéroe siempre es una forma argumental interesante en cualquier proceso narrativo. La dirección no lineal desafía los límites convencionales entre el bien y el mal, haciendo que los espectadores evalúen en su interior su noción de la moralidad y la justicia.
En Ataque a los Titanes son muchos los personajes que sufren cambios con el desarrollo de la obra. Eren es el mayor ejemplo. Lo que se proyectaba como un chico con ideales inquebrantables y apasionados, se convirtió en el terror de toda la humanidad.
El nacimiento de un héroe
En el comienzo de la serie, Eren es presentado como un joven que desea acabar con los titanes. Su venganza está planteada como algo personal después de presenciar la muerte de su madre. Dicho trauma se convirtió en la fuerza impulsora detrás de sus acciones.
Eren empezó su entrenamiento y poco a poco se coló en los corazones de los soldados de Paradis. Había nacido un faro de esperanza que podía acabar con el problema de esos seres gigantes.
El peso de la verdad
Con el pasar de las temporadas, Eren tuvo que encarar hechos que contrariaban su visión del mundo. En primer lugar, los titanes no eran monstruos. Eran seres humanos que se transformaban en contra de su voluntad, por lo que eran víctimas.
Eren comenzó a desilusionarse y a entender que el problema de los titanes traspasaba los muros de donde nació. El mundo exterior sí existía y además, era cruel, especialmente con su pueblo, los eldeanos.
La radicalización
Entre más se adentraba en la verdad del mundo, Eren se veía obligado a usar métodos más extremos. Ya no es la lucha contra los titanes, sino contra el mundo entero que quiere la extinción de su isla.
El Eren radical aceptó una facción que contrariaba los ideales del Cuerpo de Exploración, los Yeageristas. Esta ala de Paradis tenían el concepto de que Marley y cada aliado debían desaparecer.
Enemigos e inocentes tenían que pagar las consecuencias por igual de haber despertado a la bestia.
El Retumbar
La decisión de Eren de activar el Retumbar demostró su conversión completa en un antihéroe. La libertad terminó significando la destrucción de todo, acabar siendo el monstruo que alguna vez juró destruir.
Sin embargo, todas las acciones que tomó el protagonista también podrían ser justificadas, haciendo que la audiencia se cuestione a sí misma. Si Eren no mataba al resto del mundo, el resto del mundo mataría a los suyos, así que, ¿qué opciones tenía?
Al final, la única resolución posible que encontró Eren fue convertirse en un villano y hacer que lo matasen compañeros. De esa manera, el pueblo de Paradis tendría unos héroes inéditos que pelearon por la justicia.
Al final, la historia de Eren es un recordatorio de cómo incluso las buenas intenciones pueden llevarnos a la oscuridad si no tenemos cuidado.
Finalmente, la temporada de SNK cumplió donde tenía que cumplir. Mappa consiguió hacer un Retumbar espectacular y capítulos tan importantes como el 121 recibieron una adaptación fantástica. Yo creo que mejoró el manga mucho.
— 🌸Darkraimola Sensei🌸 (@TheDarkraimola) April 11, 2022
El final de temporada fue IMPRESIONANTE! pic.twitter.com/ntBjBc31RQ