Dragon Ball es un programa fácil de ver. Durante 40 años los fanáticos se han identificado con muchos personajes y entre ellos Gokú es el más querido. El viaje del protagonista ha sido único y ha logrado hazañas que están al nivel de los dioses.
Dicho eso, uno de los grandes pecados de Gokú se cimentan en su ingenuidad y en su capacidad para perdonar. Es irónico que el héroe más grande de la franquicia haya puesto en peligro a la Tierra y al universo en decenas de ocasiones.
Dar semillas del Ermitaño a sus enemigos
Algunos de los momentos frustrantes de Gokú son cuando les da a sus enemigos más malvados la oportunidad de rehabilitarse. Cell y Moro son un gran ejemplo. Esas decisiones del protagonista pudieron condenar al universo entero, pero afortunadamente las cosas salieron bien.
Esta misma conducta la tuvo con Pícoro en el Torneo de Artes Marciales 23. Sin embargo, esa jugada si le salió bien porque el namekiano se convirtió en el tutor de Gohan y uno de los guerreros Z más confiables.
Gokú no tomó la medicina
Trunks del futuro viajó 20 años al pasado para advertir a todos los guerreros Z sobre la llegada de los androides. No solo eso, el joven también le dio a Gokú una medicina especial para poder tratar su corazón por una enfermedad que lo mataría en otra línea temporal.
Tres años después, resulta que Gokú no tomó la medicina y empezó a sufrir del corazón. Por suerte, el medicamento surtió efecto y lo curó en pocos días. La arrogancia del protagonista le pudo haber costado caro al planeta, pero para su suerte, los androides del presente no tienen instintos asesinos.
Gokú se rindió contra Cell
Cuando Cell salió a la luz, Gokú y Gohan entrenaron arduamente en la Habitación del Tiempo. Dentro de ese salón, el protagonista vio el máximo potencial de su hijo y creyó fervientemente que derrotaría al bioandroide.
Tras pelear de primero contra Cell, se rindió y le pidió a Gohan que fuera el siguiente. No contento con obligar a pelear a su sucesor, también le dio una semilla al villano y casi provoca la destrucción de la Tierra cuando Cell intenta autodestruirse. Una jugada cara que tuvo una buena resolución.
Reclutar a Freezer
Cuando Majin Buu entró en uno de sus periodos de sueño prolongados, quedó inhabilitado para poder participar en el Torneo de Poder. Ese hecho, impulsó a Gokú a buscar a Freezer para que lo apoyara. Todos los luchadores del Universo 7 estuvieron en contra, pero al final, el demonio del frío entró en el roster.
Freezer sirvió muy bien a la victoria del Universo 7 y fue revivido por Whis. El villano se fue pero tres arcos más tarde, regresó como Black Freezer y puso en jaque a todas las formas de vida existentes. Nada de eso habría pasado si Gokú hubiese buscado otra alternativa para el Torneo de Poder.
Goku vs Golden Freezer en el episoido 95 de Dragon Ball Super pic.twitter.com/0r1IBI0Nsz
— DragonBallSuperLAT🉐 (@dbslat) August 27, 2019