La segunda temporada de Blue Lock ha sorprendido, pero no precisamente por las razones que los fanáticos esperaban. El cambio drástico en la animación, criticado por su estilo confuso y sus efectos coloridos casi psicodélicos, generó dudas y desconcierto entre quienes esperaban una continuación fiel a la primera entrega.
Los espectadores se encuentran frente a escenas que recurren a transiciones abruptas, efectos distorsionados y tomas estáticas que restan dinamismo. Todo indica que el estudio 8 Bit, sobrecargado de trabajo por la demanda de una película y una temporada consecutiva, se enfrentó a un dilema que terminó afectando a la serie. Sin embargo, detrás de estos desafíos visuales se oculta una historia sólida y fascinante.
La trama de esta temporada profundiza en la lucha de la organización Blue Lock por su supervivencia, enfrentando a su equipo contra la selección sub-20 de Japón. Este arco es uno de los más destacados en el manga y ofrece personajes nuevos como Shido Ryusei, cuya presencia promete revolucionar el concepto de ego en la serie.
Cambios de ego en Blue Lock: un giro en la competencia
El segundo episodio introduce a Yo Hiori y Nijiro Nanase, personajes que junto a Isagi ofrecen un “mundo alternativo” que contrasta con el enfoque oscuro y competitivo de la primera temporada. En una especie de alivio visual, Isagi comenta su satisfacción por este cambio, que expone una visión diferente y más constructiva del ego.
Aquí, cada jugador comienza a explorar su propio estilo dentro de la colaboración y la sinergia del equipo. Hiori y Nanase motivan al resto a descubrir sus roles únicos, desafiando la definición tradicional del ego y enriqueciendo la narrativa de la serie.
Este giro marca una transición del enfoque inicial, que incentivaba una competencia extrema, hacia un modelo en el que el crecimiento individual y la cohesión colectiva comparten protagonismo. Ahora, los personajes buscan un equilibrio entre imponer su voluntad en el juego y aprender a colaborar.
Efectos visuales: un estilo que resta protagonismo
No obstante, los elementos visuales a menudo opacan los momentos clave. Las secuencias impactantes pierden fuerza ante una sobrecarga de efectos y una banda sonora que roza lo estridente. Incluso el explosivo Shido Ryusei, personaje que promete sacudir la trama, queda casi eclipsado por luces de neón y música que parecen más adecuadas para una discoteca que para el campo de juego.
Estos efectos, que podrían ser un reflejo de la personalidad agresiva de Shido, a veces resultan distracciones. En un arco que debería destacarse por su desarrollo profundo de personajes y rivalidades, el tratamiento visual amenaza con desviar la atención de la acción y el crecimiento individual. Pero, en el fondo, Blue Lock sigue teniendo una historia sólida que espera ser descubierta por aquellos dispuestos a ver más allá de la superficie.
Blue Lock Season 2 animation has been blazingly bad. I’m not one to complain but look at this. He doesn’t even move his leg
— Zeebs (@killerzeebs) October 19, 2024
Why do they ruin animes I like by giving the second season bad animation pic.twitter.com/rewDAZbnMb