Los 3 demonios más icónicos de Dragon Ball

Dragon Ball es una obra que se caracteriza por albergar muchas razas y especies en su universo. Desde que comenzó el viaje de Gokú, los fanáticos han visto cómo el elenco crece y se descubren más seres y transformaciones trascendentales.

Aunque los saiyajines y los humanos sean los más populares de la historia, los demonios tienen un lugar habitual dentro de los antagonistas en Dragon Ball. Estos son los más icónicos de la franquicia.

El Rey Pícoro

La amenaza del Rey Pícoro es oscura y brutal. Fue un demonio que sumergió a la Tierra en caos cientos de años atrás. Cuando regresó, reunió las Esferas del Dragón y pidió recuperar su juventud para pelear al máximo.

Gokú, siendo niño, tuvo problemas, pero finalmente lo venció atravesando su torso y demostrando que estaba para salvar el mundo desde aquel entonces. Pícoro expulsó un huevo antes de morir con la esperanza de vengarse y de tener un descendiente que pudiera lograr su sueño de dominar el mundo.

Dabura

Dabura es el rey de los demonios y un poderoso ser que fue manipulado por Babidi en la saga de Majin Buu. Sus habilidades, su diseño y su forma de hablar refinada inmediatamente llamaron la atención de los fanáticos en los 90.

Más allá de eso, Dabura era muy inteligente y le dio la idea a Babidi de poseer a Vegeta para poder reunir la fuerza necesaria para revivir a Majin Buu. Lamentablemente, después de que el villano rosa aparece, su presencia se diluyó al convertirse en una galleta.

Pícoro Jr.

Uno de los personajes más queridos de Dragon Ball es Pícoro hijo. El cambio de su corazón con la llegada de Gohan es de lo mejor de la franquicia. Asimismo, su pelea contra Gokú en el 23° Torneo de Artes Marciales también exhibió su extenso abanico de técnicas y la importancia del entrenamiento.

Luego, con la llegada de Raditz, el namekiano comprendió que necesitaba aliarse con su archirrival para poder sobrevivir. Eso derivó en una de las colaboraciones mejor vistas y en que Pícoro comenzara a ablandar sus sentimientos.

Los arcos siguientes sirvieron para desarrollar al namekiano y convertirlo en uno de los Guerreros Z más elementales. Su último aumento de poder en Orange Piccolo lo colocó en una nueva escala de fuerza, ya que se había quedado atrás desde la saga de Cell.