Godzilla Minus One: El monstruo japonés que eclipsó Hollywood en los Oscar

En esta entrega de los Oscar, Japón demostró el enorme potencial de su país en efectos y animación.

La película japonesa del famoso Monsterverse, «Godzilla Minus One«, ha marcado un hito en la historia de los premios Oscar al llevarse el galardón a los mejores efectos especiales, dejando atrás a grandes producciones multimillonarias como «Misión Imposible: Sentencia Mortal», «Napoleón» y «Guardianes de la Galaxia Vol. 3».

Toda una hazaña si consideramos que «Godzilla Minus One» solo costó 15 millones de dólares en su totalidad, un presupuesto irrisorio comparado con estas superproducciones de más de 100 millones de dólares, y con un apataje técnico impresionante.

¿Qué hace a Godzilla Minus One especial?

Aunque suene increíble, con solo 15 millones de dólares, «Godzilla Minus One» demuestra que no se requiere una inversión exorbitante para crear efectos especiales impresionantes.

La película fusiona efectos prácticos y CGI de manera magistral, dando vida a un Godzilla clásico con un toque moderno y único, creando una película muy sólida en ese apartado. Además, el equipo detrás de la película pertenece a una pequeña empresa llamada “Shirogumi”, con tan solo 35 personas en su nómina.

Este equipo minúsculo, liderado también por el director de la película, Takashi Yamazaki, logró la hazaña de crear 610 planos en un tiempo récord de ocho meses, demostrando un nivel excepcional de ingenio y eficiencia, dando vida a una obra maestra en lo que a efectos se refiere, que además es una película de época (1945).

Godzilla Minus One

¿Cuál es el significado de este premio para la industria?

Esto marca un cambio de paradigma; «Godzilla Minus One» podría modificar la percepción de los efectos especiales, mostrando que el CGI no necesita grandes presupuestos para ser efectivo y original.

Es un mensaje claro para las grandes productoras como Disney, Warner y Paramount; el éxito de esta película japonesa es una advertencia, instándolas a reconsiderar los excesivos presupuestos y el uso innecesario del CGI sin inteligencia, como hemos visto en las últimas producciones de Marvel o DC.

«Godzilla Minus One» es una lección de humildad para la industria cinematográfica norteamericana, demostrando que la creatividad, el ingenio y el uso eficiente de los recursos pueden generar efectos especiales memorables sin la necesidad de gastar millones de dólares.


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