Las nadadoras: Un film sobre dos hermanas que escaparon de la guerra en Siria cruzando el mar Egeo

Yusra y Sarah, dos jóvenes de la familia Mardini de Siria, dos hermanas que pusieron su vida en juego con la esperanza de huir del asedio israelí en su país. Un contexto bélico y, en paralelo, el sueño de ser las nadadoras de los Juegos Olímpicos.

Este filme documental es una completa joya cinematográfica con una narrativa tan temeraria como conmovedora. La película cuenta cómo el enfrentamiento entre Siria e Israel movilizó a gran parte de la población a otras latitudes. En el caso de las Mardini, el destino fue la costa de Grecia, en un pequeño y precario bote, junto a otro grupo de personas en condición de miseria y angustia.

Las nadadoras está basada en hechos de la vida real

Ambas huyeron de la guerra luego de que un proyectil cayera en la piscina donde entrenaban (2015). En pleno conflicto, decidieron fugarse con otro grupo de necesitados cruzando el mar Egeo.

Todo se complica cuando el motor del barco se rompe y al menos 18 personas, incluidas Yusra y Sarah, enfrentan el peligro en medio del agua. Es aquí donde las virtudes como nadadoras y el acto heroico de las Mardini cobran protagonismo: de 17 y 20 años, las hermanas decidieron lanzarse al mar para restarle peso al bote y nadar hasta llegar a tierra firme en Alemania.

Su estrategia fue atarse una mano y un pie la una con la otra a través de cuerdas y ayudar a empujar el bote. Un acto memorable que muchos considerarían humanamente imposible. La película también refleja su llegada a Europa y sus esfuerzos en busca de asilo, además de su participación en los Juegos Olímpicos de Río 2016.

El film está dirigido por Sally El Hosaini e interpretado por las hermanas libanesas Nathalie y Manal Issa. Se estrenó en 2022 en la plataforma de streaming, y su narrativa cruda sobre las migraciones y los refugiados no dejó indiferente a nadie.

¿Su inspiración? Salvar a otros

El destino de las hermanas Mardini no acabó en Río. Sarah se dedicó a la disciplina deportiva, mientras que Yusra se dedicó a una ONG en Grecia y, más tarde, regresó a Berlín con sus padres (que lograron irse de Siria en el año 2016).

En 2017, ambas jóvenes se entrevistaron con Vogue para contar su trágica experiencia entre el sureste de Europa y Turquía. Confesaron que la parte más difícil de nadar fue recibir el picor del agua salada en los ojos, sin embargo, no se rindieron por compasión con todos los que iban en el bote: “¿Qué ibamos a hacer? ¿Dejar que todos se ahoguen? Estábamos nadando para salvar sus vidas”