En espera de la secuela de El diablo viste de Prada, una de sus grandes estrellas decidió contar lo difícil que fue interpretar a la macabra jefa Miranda Prietsly. La legendaria Meryl Streep contó los sacrificios que hizo para lograr una actuación lo más pulcra y realista posible de su personaje.
Todos recordamos la comedia dramática de David Frankel inspirada en la novela homónima de Lauren Weisberger, un retrato de la industria de la moda bastante polémico por sus sugerentes escenas sobre Anna Wintour. El exitoso filme a principios de los 2000’ catapultó las carreras de Anne Hathaway y Emily Blunt, pero ¿qué tan buena experiencia fue para otras figuras del elenco?
Streep, digno talento del teatro y galardonada con el Óscar en tres ocasiones, empleó la popular fórmula del método para caracterizar a la editora de Runway. Esta técnica implica algunos ensayos propios del personaje dentro y fuera de las filmaciones, tiene mucha implicación personal en el actor y omite las diferencias entre este último y su representación.
Meryl Streep se alejó de las risas y la diversión
En consecuencia, Meryl Streep se separó de todas las bromas en el set de rodaje y de las pequeñas complicidades entre el reparto lejos de las cámaras. Todo para imponer el carácter déspota de su personaje y conseguir una acertada actuación.
En una entrevista para Far Out, Streep confesó que se sintió aislada y fue ‘horrible’ mantener dicha técnica. Eso incluyó mantenerse rígida y con una apariencia ruda delante de sus compañeros. Incluso admitió que se sintió ‘miserable’ al ver el tráiler.
Tal fue la depresión de Streep que decidió no emplear más el método para ninguno de sus papeles. Situación que ella misma describe como un ‘precio alto’ que tuvo que pagar ‘por ser la jefa’.
Una nueva versión de El diablo viste de Prada
La nueva cinta con su reparto original está en manos de Disney y promete una trama transformadora para los personajes principales. Esta vez la prestigiosa Prietsly será quien busque apoyo en sus antiguas asistentes para revivir su editorial en la era digital.
Esta sinopsis deja muchas dudas en el aire y una gran posibilidad de ver a Miranda más humana, empática y compasiva. Sea como sea, Streep es memorable en cualquiera de sus trabajos y todos la aman.
Se prevé que El diablo viste de Prada 2 llegue a los cines a mediados del 2026, dos décadas después de su primera entrega, pero con la esencia de la modernidad. Puede parecer un tiempo exagerado entre ambos metrajes, sin embargo, la nostalgia de la audiencia puede ser la herramienta ideal de los estudios televisivos para la capitalización.