Julián Álvarez cortó la sequía goleadora

Julián Álvarez tuvo que esperar casi dos años para gritar otro gol con Argentina. En el debut de la Copa América frente a Canadá, el jugador del Manchester City se encargó de abrir el marcador para romper su sequía goleadora con la Albiceleste. Luego del partido pasó por los micrófonos de TyC Sports y dejó claro que es muy importante para él, en especial para su confianza.

Álvarez aprovechó una ocasión que generaron Lionel Messi y Alexis Mac Allister. El rosarino filtró un pase para el mediocampista, quien se proyectó y la punteó antes de chocar con el portero. El balón quedó en los pies del atacante, quien definió para poner el primer tanto del encuentro.

Este significó el primer gol de la Araña después de hacerlo por última vez en la semifinal del Mundial de Catar 2022 frente a Croacia, cuando convirtió por partida doble para darle la clasificación a los suyos a la final. Ese partido fue el 13 de diciembre de 2022 y desde ahí pasaron 15 encuentros en los que no pudo ver puerta.

Más allá de esa situación, el surgido en River Plate enfatizó en que estaba tranquilo. Si bien es normal sentir presión cuando las cosas no salen bien, se sentía cómodo debido a que tenía buenos rendimientos a pesar de no marcar. En la parte física y mental se mantenía fuerte, por lo que consideraba que pudo aportar desde otras facetas del juego como la presión o la generación de espacios para que sus compañeros lo aprovechen.

Álvarez habló sobre su crecimiento

En la última edición de la Copa América, Julián llegaba con 21 años. A pesar de estar en un gran momento en River Plate y cerca de unirse a los Sky Blues, no tuvo muchos minutos. Curiosamente, su debut en la categoría absoluta de Argentina apenas llegó ese mismo mes, por las Eliminatorias rumbo al Mundial de Catar.

El de Calchín participó solo en un encuentro, el cual fue contra Bolivia en la última jornada de la fase de grupos que ganaron por 4-1. En esa ocasión, jugó 34 minutos.

Luego de varios años recorridos, considera que tuvo un crecimiento importante que le permitió el ser campeón del mundo con una participación protagónica. Aprovechó el mal momento de Lautaro para ganarse un puesto y marcó cuatro goles en siete partidos.