El presidente del CSD, José Rodríguez Uribes, demostró que está en contra de los reglamentos de la Liga de España y la Real Federación Española de Fútbol, ya que considera que pueden tener algunos grises en casos como el de Dani Olmo. Por esa razón manifestó su postura de aprobar de forma provisional la reinscripción del mediocampista español y de Pau Víctor mientras resuelven sus problemas. En sus redes sociales manifestó su opinión sobre esta situación.
En principio, enfatizó en que hay que evitar daños cuando observan muestras de nulidad en una decisión. Por esa razón, considera que es necesario analizar las normativas de ambos entes. En especial aquellas que permiten o rechazan las licencias de los jugadores en el balompié de España.
De esta forma, justifica de esta forma que haya intervenido en la situación. El ente gubernamental entró para dejar a un lado la decisión de LaLiga y la RFEF y permitir al Barcelona tener a ambos jugadores en su plantilla de forma momentánea. Es una decisión sin precedentes en el fútbol ibérico, ya que el Gobierno tuvo que darle apoyo a un club a pesar de lo que dicen las reglas con las que se rigen.
¿Por qué el CSD entró en este caso?
En ese sentido, destacó que todos los que saben de leyes están al tanto de que el derecho tiene que ver con reglas, principios, valores y derechos. A su vez, cuentan con procedimientos, formas y competencias de cada uno de los órganos. Sin embargo, cuando esto falla, otros, como el CSD en este caso, deberían aparecer otras opciones para dejar claro que hay problemas desde la base.
Por esa razón, se defendió a sí mismo y a la institución por aceptar ayudar al elenco blaugrana en un momento tan complicado como este. A pesar de todas las críticas que recibió y de la postura de algunos clubes que rechazaron este movimiento, siguió adelante. Esto podría generar una avalancha interna, pero lo importante para ellos es “hacer justicia”.
El principal argumento
El CSD argumentó que esta cautelar permitiría que el Barcelona incurriera en daños económicos y deportivos. Además, los jugadores tendrían problemas, lo que generaría más daños para los intereses de la misma Selección de España.
Por lo tanto, quisieron evitar eso. Sin embargo, considera que no deberían escandalizarse tanto como lo hicieron después.