Paolo Guerrero sigue en el ojo del huracán luego de su decisión de no entrar al partido entre Universidad César Vallejo y Alianza Lima. Ahora perdió el apoyo de uno de sus grandes amigos en el fútbol, Juan Manuel Vargas, quien participó en el programa Playzon TV en donde habló sobre la situación del delantero peruano con su club.
Desde su punto de vista, el problema estuvo en no querer salir a la cancha por más que haya realizado los movimientos precompetitivos y estar disponible para el compromiso. Según el exfutbolista profesional, hay muchos rumores con respecto a acuerdos que hicieron entre ambas partes para que estuviera en el banquillo y que no entrara. Solo que esté para apoyar al equipo. Sin embargo, ninguno de los involucrados confirmó esto, por lo que todo quedó allí.
Por otro lado, el antiguo capitán de la Selección de Perú y de Universitario de Deportes dejó claro que el principal beneficiado de esta situación es el presidente Richard Acuña. El dirigente sabe responder ante este tipo de problemas. Mientras tanto, el que queda mal es Guerrero, quien no tuvo la inteligencia para tomar decisiones de la mano de su experiencia.
Esto se debe a que si ya había un acuerdo de no jugar, no tenía motivos para salir a calentar con el resto de sus compañeros. Además, ni siquiera tenía que estar en el banquillo de suplentes si no quería entrar a la cancha. Ahí fue donde falló el Depredador.
A su vez, Vargas dejó claro que seguro pensó que podía zafar de las críticas, pero no sucedió. Por lo tanto, quedó en medio de todo el problema como el malo de la película. Fue expuesto por todos los medios y todavía se mantiene allí, a la espera de un desenlace del caso.
¿Guerrero cayó en la trampa?
Durante el mismo programa, el periodista deportivo Pedro García aseguró que Guerrero se acercó al despacho del entrenador Guillermo Salas para comentarle lo que pasaba y le pidió no jugar.
Además, aprovechó para confesarle que estaba en proceso de finiquitar su contrato con el club. De esta forma buscaba obtener la carta de libertad y poder irse a Alianza Lima. Con el conjunto aliancista estuvo en conversaciones, pero no quieren meterse en problemas con UCV. Por lo tanto, necesitan que tenga el pase en su poder para encargarse solo del sueldo del delantero.
Sin embargo, el Chicho le pidió que los acompañe en la banca y él aceptó, lo cual significó la sentencia para el jugador.
¿La culpa fue del jugador?
Otra opinión entró en la mesa cuando el periodista Horacio Zimmermann aseguró que la culpa recae en los hombros de Guerrero. Esto se debe a que faltó a su palabra en primera instancia. Firmó hasta fin de año, luego pensó en irse, nuevamente aceptó quedarse hasta terminar su contrato y ahora cambió nuevamente de opinión.