La madre de las grandes arañas es un ser incógnito en la mitología de la Tierra Media. El legendarium de Tolkien está lleno de seres poderosos y enigmáticos, como Tom Bombadil, que está relacionado con los primeros, pero no se sabe realmente de dónde viene. Existe un ser aún más antiguo, que apareció en la Tierra en la Primera Edad y que estuvo cerca de devorar a un dios.
Este ser se llamaba Ungoliant. Su origen no está del todo claro en el libro. El profesor Tolkien, cuando le preguntaban cuál era su origen, solía responder que era una monstruosidad nacida en la oscuridad más profunda e impenetrable, una criatura que provenía del mismo abismo imperecedero.
Ungoliant, no obstante, tenía inteligencia, casi como la de un dragón; era astuta y glotona, y tenía la forma física de una gran araña negra con cuernos y enormes extremidades.
Cuando empezaron los conflictos entre los Valar y Melkor, ella siempre estuvo a raya, ya que no obtenía nada en ellos. Esto fue hasta que el propio Valar oscuro le ofreció un pacto.
La alianza con Melkor
Melkor le propuso que la dejaría beberse la savia de los Árboles Sagrados de Valinor si ella lo ayudaba a hurtar los Silmarils, unas joyas mágicas creadas por el príncipe de los elfos. A Ungoliant le gustó el plan y viajó con el Valar hasta el reino bendecido para cumplir su cometido. Allí, succionó completamente la vida y la savia de los árboles sagrados.
Mientras Ungoliant hacía destrozos en Valinor, el astuto Melkor logró hurtar los Silmarils, asesinando a Finwë, el rey de los elfos, en las puertas de su casa.
La traición en Lammoth
Luego del crimen, Melkor, que ahora es conocido como Morgoth, huye junto con la gigantesca araña a la región de Lammoth. Ungoliant siguió creciendo gracias a toda la luz que había consumido, pero su hambre no terminaba ahí. No tardó en reclamar los Silmarils, pero el Señor Oscuro se negó.
El fuego contra la sombra
La bestia hambrienta y enfurecida se lanzó sobre Morgoth, quien lanzó un grito justo antes de ser devorado. Los Balrogs oyeron el lamento y salieron de la fortaleza para auxiliar a su amo. Haciendo uso de su poder y sus armas de fuego, hicieron que Ungoliant huyera.
El legado oscuro de Ungoliant
Luego de esta batalla, la gran araña empezó a vivir en la región de las colinas de Gorgoroth, donde se cruzó con otras arañas, pero de menor tamaño. De aquí nacieron centenares de crías que se propagaron por aquellas regiones; una fue la tristemente célebre Ella-Laraña. El profesor Tolkien narra que Ungoliant había crecido hasta tener un tamaño tan enorme que ya no podía saciar su propia hambre y terminó comiéndose así misma.
La historia de Ungoliant, el terror arácnido de la Tierra Media que a punto estuvo de vencer al Señor Oscuro https://t.co/fSQfg9glxC 👉
— IGN España (@IGN_es) August 6, 2024