¿Cómo lograron los científicos japoneses recrear el rastreador de Ki de Vegeta y Freezer? Aquí está la respuesta

El universo de Dragon Ball Z ha inspirado a generaciones con sus emblemáticas historias y emocionantes combates. Ahora, un grupo de científicos en Japón ha recreado uno de sus dispositivos más icónicos: el rastreador de Vegeta. En lugar de medir el Ki de los seres vivos, esta versión del mundo real revolucionará la ganadería. 

Un clásico del anime convertido en realidad

En la saga de los saiyajin, personajes como Vegeta y Nappa usaban rastreadores para medir el poder de sus oponentes. Estos aparatos, futuristas en los años 80, ahora se han materializado gracias al trabajo de un equipo de la Universidad de Miyazaki, liderado por el profesor Kikuhito Kawasue. Los científicos han desarrollado un casco que integra lentes inteligentes con una potente cámara 3D, diseñado para medir el peso de los animales, especialmente cerdos, sin necesidad de balanzas.

Tecnología inspirada en la ficción

Aunque inicialmente no se buscaba imitar el rastreador de Dragon Ball, el concepto se popularizó tras recibir el apoyo del sitio oficial de la franquicia. El equipo bautizó el invento como «sow-ter», una ingeniosa combinación de scouter y «sow» (cerda en inglés), que refleja su propósito agrícola.

El sow-ter funciona mediante inteligencia artificial, comparando imágenes tridimensionales de cerdos con una base de datos de miles de otras para calcular su masa corporal. Este dispositivo permite a los ganaderos estimar el peso de los animales con precisión, ahorrando tiempo y esfuerzo en el trabajo del campo.

Un uso inesperado para una herramienta icónica

En lugar de medir el poder de combate, este desarrollo tecnológico representa un gran avance en el uso de la realidad aumentada y la inteligencia artificial en la ganadería. Lo que alguna vez fue una fantasía de ciencia ficción ahora impacta de manera tangible un sector que busca optimizar sus procesos ante la crisis climática.

Este proyecto muestra cómo la cultura pop puede inspirar innovaciones tecnológicas en áreas tan inesperadas como la ganadería, demostrando que la imaginación puede abrir caminos insospechados.